En la línea del artículo escrito con anterioridad, quería
presentarles una pequeña introducción conceptual de la obra de Rene Guenon, La crisis del mundo moderno.
En la introducción de esta obra, Guenon hace una introducción
temporal de las diferentes edades comprendidas según las tradiciones antiguas
como la hindú, donde se pronostica con exactitud la localización temporal de
nuestros tiempos modernos, nuestros momentos históricos se hallan en la edad de
Kali-yuga, la edad de las sombras pronosticadas por estas doctrinas. También
hace mención al concepto de “progreso” como algo antinatural dentro de las
leyes del universo. En la obra de Guenon, se expone a la civilización
materialista de Occidente en oposición a la civilización de espiritual de
Oriente, donde se hallan las raíces perdidas del mundo espiritual. Aquí expongo
un fragmento introductorio de su obra.
La
doctrina hindú enseña que la duración de un ciclo humano, al que se le da el
nombre de Mandatara, se divide en cuatro
edades, que marcan otras tantas fases de un oscurecimiento gradual de la
espiritualidad primordial, son esos mismos periodos que las tradiciones de
la antigüedad occidental designaban por su parte como edad de oro, de plata, de
bronce y de hierro. Al presente nos encontramos en la cuarta edad, el Kali-yuga
o “edad de a sombra” y nos encontramos en ella hace ya más de seis mil años, es
decir, desde una época muy anterior a todas las conocidas por la historia
“clásica”.
Desde entonces, las verdades
que en otros tiempos eran conocidas por todos los hombres se han hecho cada vez
más ocultas y difíciles de alcanzar; los que la poseen son cada vez menos
numerosos, y si el tesoro de la sabiduría “no humana”, anterior a todas las
edades, no puede perderse jamás, se rodea de velos cada vez más impenetrables
que lo disimulan a las miradas y bajo los cuales resulta extremadamente difícil
de descubrir. Por esto es por lo que por todas partes se trata de algo que se
ha perdido, al menos en apariencia y en relación con el mundo exterior, y que
deben reencontrar aquellos que aspiran el verdadero conocimiento; pero se dice también
que lo que está oculto se hará visible al final de este ciclo, que será al
mismo tiempo, en virtud de la continuidad que liga todas las cosas entre sí, el
comienzo de un nuevo ciclo.
Pero
se preguntará, ¿Por qué el desarrollo
cíclico debe cumplirse así en un sentido descendente yendo de lo superior a lo
inferior, lo que, como se notara sin esfuerzo, es la negación de la idea misma de “progreso” tal como la entienden los
modernos? Es porque el desenvolvimiento de toda manifestación implica
necesariamente un alejamiento cada vez mayor del principio del que procede, por
lo tanto, desde el punto más alto, tiende forzosamente hacia abajo. Esta caída podría ser
caracterizada como una materialización progresiva, porque la expresión del
principio es pura espiritualidad.
Como se puede apreciar en este fragmento de la obra de
Guenon, se trata el tema la “suprahistoria”, y se pone de entredicho la vision
simplicista y reducida de la “actual historia moderna”. Como dice Guenon, el
ultimo “yuga” o periodo donde nos encontramos comenzó hace seis mil años, mucho
antes de los registros históricos actuales. Guenon dedico su vida al estudio de
las milenarias tradiciones de oriente, y a la sabiduría que se hallaba detrás
de todo este conocimiento. Verdades que en la antigüedad eran conocidas por
todos los hombres, hoy solo están en posesión de un grupo muy reducido de
personas, la mayor parte de las personas es ajena a este tipo de leyes y
vedadas de la naturaleza humana universal.
Es curiosa la referencia que hace Guenon al “concepto
moderno de progreso”, y como explica su carácter antinatural, por cuestiones
fundadas en las leyes cosmológica, todo lo que sube tiende a bajar, llegada al
punto máximo, solo toca descender, ese mismo movimiento des envolvente podemos
apreciarlo en cualquier manifestación del cosmos. Las mismas leyes que afectan
a un grano de arena, afectan con la misma intensidad a todo el universo, nada
ni nadie puede escaparse a esas leyes, en estas leyes es donde reside ese
verdadero conocimiento tradicional del que habla Guenon.
Creo que es necesario romper con los límites que establecen
hoy en día las ciencias modernas academicistas, y pasar de la parcialidad a la
totalidad parece fundamental para poder entender más correctamente nuestra
verdadera historia. El mundo moderno de los dos últimos siglos se ha
caracterizado por eso que denuncia Guenon, “la destradicionalizacion”, la
perdida de esos referentes tradicionales que mantenían al ser humano conectado
con sus verdaderas esencias divinas. Hoy a este tipo de conocimientos y
sabidurías, la historia moderna la clasifica como “mitologías”, y carecen de
interés para la ciencia.
La historia académica no está mal pero ¿Por qué no contar
toda la historia, en vez de quedarse con una parte?
René
Guénon o Abd al-Wâhid Yahyâ (Blois, 15 de noviembre de 1886 - El Cairo, 7 de enero
de 1951) fue un matemático, masón, filósofo, y esoterista francés. De profesión
matemático, es conocido por sus publicaciones de carácter filosófico espiritual
y su esfuerzo en pro de la conservación y divulgación de la tradiciones
espirituales. Fue un intelectual que sigue siendo una figura influyente en el
dominio de la metafísica.
René
Guénon define el mundo moderno como la degeneración e inversión del mundo
Tradicional. Por una parte el carácter decisivo de la modernidad es su carácter
anti-tradicional, su negación de toda herencia del pasado y su falta de
reconocimiento de cualquier deuda con una sabiduría o cultura anterior. La
oposición clásica entre Occidente y Oriente no es geográfica sino ideológica y
doctrinal.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C3%A9_Gu%C3%A9non
Gracias por la aportación, Jorge.
ResponderEliminarUn saludo,